En el desierto profundo, puedes pensar que este enorme lago seco está cubierto de nieve, pero si lo miras más de cerca descubrirás que te encuentras ante un lago de 525 kilómetros cuadrados que brilla como un espejo gigante cuando llueve. Las Salinas Grandes son una zona de difícil acceso, pero los viajeros seguramente empiecen a pasarse más por aquí cuando se cansen del Salar de Uyuni, en Bolivia, mucho más conocido y saturado de turistas.
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